Vuelvo a abrir la puerta de chiqueros...

María, Hugo y Pedro, fieles lectores de este blog y sin embargo amigos, no paraban de martillearme de forma periódica sobre mi ausencia premeditada durante los últimos meses. De un día para otro, dejé de escribir. Puedo esgrimir razones de poco peso, e incluso inventarme excusas sobre mi espantá de "Verónica y media de...", pero sería muy cobarde y desleal por mi parte. Realmente no ha habido razones, la maldita rutina me llevó a dejar de escribir. Cada día me costaba más adentrarme en las entrañas del blog. Fue pasando el tiempo, y una mezcla de miedo y vergüenza me impedía postear y ver las estadísticas de tráfico de esta web. Menos, pero la gente sigue tecleando http://talavante.blogspot.com en su barra del explorador. Curioso.
He pasado meses sin entrar, y no por olvidadizo, sino por recelos propios. Creo que este descanso me ha venido bien, sobretodo para tomar consciencia de lo que me gusta escribir, y más aún, de lo que me gusta que me lean. Suena presuntuoso.
Después de este post-tratamiento retrospectivo a modo de autopsicoanálisis freudiano, confirmar a toda la gente que me lee que he vuelto. Vuelvo a escribir. No se para cuánto, pero mientras haya gente que me lea, seguiré plasmando las ideas que vayan rondando mi cabeza.

Bienvenidos otra vez.

Saludos Talavantistas.