Empanada de mejillones, fabes con mejillones, mejillones a la vinagreta, paté de mejillones, mejillones al vapor... todo delicias del mar al servicio del paladar. El sabor del mejillón que se cría en las bateas de la ría que baña O Grove solo es comparable a la hospitalidad y amabilidad de los lugareños.
Ahí no acaba la cosa. No es mi intención dar envidia y ni pretender ser ostentoso, únicamente describir todas las virtudes de esa tierra que animo fervientemente a visitar.
Un arroz con bogavante, unas zamburiñas al ajillo, un paseo por la playa de La Lanzada, unos exquisitos centollos, unos masajes en el balneario de La Toja, unas sabrosas nécoras, una puesta de sol en el mirador de O Grove, unos fideos con rape y almejas, un churrasco a la brasa, una racion de queso en las estrechas calles de Combarro, un orujo de hierbas helado, un arroz con pulpo, una empanada de pan de maíz y berberechos, un baño en piscinas de agua marina, ración de zorza con patatas fritas, un riquísimo flan casero de queso, unas navajas a la plancha, una copa en el puerto de Sanxenxo, un chupito de licor café... pero entre todos estos grandes placeres, yo me quedo con la hospitalidad de los groveiros, grovenses o mecos.
GRACIAS A HUGO, REGINA Y FAMILIA POR DESVIVIROS PARA QUE PASÁSEMOS UNOS DÍAS INOLVIDABLES