Aparecen con frecuencia los visionarios del toro pasado, los futurólogos a posteriori, los adivinadores de lo ya ocurrido, en definitiva, los del "ya lo decía yo..."
Normalmente, estos sujetos utilizan situaciones complicadas y fracasos extrepitosos ajenos para apostillar su previsión fatalista que a saber si algún día dijeron. Es triste detectar que, urgar en la herida del perdedor o fracasado les sirve como autocomplacencia y autobombo típicos del inseguro, que esconde sus complejos bajo el paraguas de los reveses que ocurren a su alrededor. Nunca reconocerán sus derrotas pero las tendrán por cientos.
Hablar y opinar es gratis, las palabras se las lleva el viento y lo que quedan son los hechos. Definitivamente, el que no decide no hierra, el que no hierra no es humano y para el empirismo aposteriorístico valemos todos, pero es de agradecer que no todos lo utilizan.
Lo reconozco, yo no lo dije.
Normalmente, estos sujetos utilizan situaciones complicadas y fracasos extrepitosos ajenos para apostillar su previsión fatalista que a saber si algún día dijeron. Es triste detectar que, urgar en la herida del perdedor o fracasado les sirve como autocomplacencia y autobombo típicos del inseguro, que esconde sus complejos bajo el paraguas de los reveses que ocurren a su alrededor. Nunca reconocerán sus derrotas pero las tendrán por cientos.
Hablar y opinar es gratis, las palabras se las lleva el viento y lo que quedan son los hechos. Definitivamente, el que no decide no hierra, el que no hierra no es humano y para el empirismo aposteriorístico valemos todos, pero es de agradecer que no todos lo utilizan.
Lo reconozco, yo no lo dije.
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